Un profesor de Salesianos, condenado a 10 años de cárcel por abusos a una alumna


  • La chica tenía entre 12 y 14 años y la Audiencia declara al centro responsable civil por no avisar a los padres de la «proximidad» entre el docente y la menor

ZARAGOZA. La Audiencia Pro­vincial de Zaragoza ha condena­do a 10 años de prisión a Carlos Torcal, de 41, profesor del cole­gio Salesianos de Zaragoza, como autor de un delito continuado de abusos sexuales a una alumna menor de edad, cometidos cuan­do la niña tenía entre 12 y 14 años. El tribunal considera responsable civil subsidiario al centro escolar, ya que la dirección tuvo hasta cin­co reuniones con el docente en 2018 y 2019, ya que habían detec­tado una relación demasiado «próxima» con la menor, pero en ningún momento advirtió a los padres de la niña ni dio cuenta a la inspección de Educación. Por esa razón, deberá hacerse cargo de la indemnización de 5.000 eu­ros (de la que responderá la com­pañía de seguros) por los daños morales causados a la menor. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Supe­rior de Justicia de Aragón.

La Sección Primera declara probado que, desde 2017, la menor (que entonces tenía 12 años) co­menzó a tener una relación más estrecha con su profesor debido a que se sentía deprimida al cam­biar de etapa escolar. Él le brindó apoyo y confianza y la alumna ter­minó enamorándose del adulto. Durante ese curso y el siguiente, se produjeron sucesivos encuen­tros en los que se produjeron los abusos. El tribunal declara proba­do que él le escribía cartas de amor, se hacían fotos y le hablaba incluso de vivir con ella cuando se divorciara, haciéndole creer que tenían un futuro juntos.

El comportamiento de la niña cambió y los padres, preocupados, un día de septiembre de 2019 en que no estaba en casa leyeron su diario y allí descubrieron lo que estaba ocurriendo y lo denuncia­ron ante la Policía. El hombre fue arrestado y los agentes encontra­ron objetos y notas que revelaban su relación con la menor. Incluso después de la denuncia siguieron conversando a través de internet.

Reuniones de la directiva

Posteriormente a descubrir el diario de la hija, los progenitores también averiguaron que a lo lar­go de esos dos cursos algunos profesores y alumnos habían co­mentado que la chica reclamaba mucha atención de Carlos Torcal. De hecho, hubo varias reuniones de la junta directiva en las que le pidieron explicaciones. En febre­ro de 2018, el tutor de la menor y un profesor comunicaron a la di­rección la relación. En mayo de ese año, en otra reunión, trasla­daron al acusado que existía la posibilidad de que se hubiera producido un enamoramiento adolescente y que tenía que ser más «prudente» y «cuidadoso».

A partir de entonces, en los re­creos se quedó en el despacho de profesores. En noviembre de 2018 volvieron a recordarle que debía seguir «marcando distancias» con la alumna y en mayo de 2019, dado que le seguía dedicando mucho tiempo, le comunicaron que ya no sería su tutor ni le iba a dar clases, a lo que Torcal res­pondió que «no comprendía» la decisión pero la «aceptaba».

El acusado negó los hechos du­rante el juicio, pero el tribunal no lo ha creído y da verosimilitud a lo relatado por la chica, que al principio no quería denunciar porque estaba enamorada de él.

Para el tribunal, lo relatado constituye un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 16 años con la agravante de abuso de confianza y la atenuan­te de reparación del daño, ya que el acusado ingresó 5.000 euros en el Juzgado antes del juicio, canti­dad que el tribunal ha fijado co­mo responsabilidad civil.

Los abogados de la acusación particular, Alberto Cervera y Ós­car Frontiñan, se han mostrado sa­tisfechos con la sentencia pero destacan «el daño causado en la familia de la niña y en la del pro­pio profesor», algo que creen se habría «minimizado» si el colegio Salesianos «hubiere informado de la excesiva interrelación» entre profesor y alumna, bien a los pa­dres, a la orientadora del colegio o abriendo un expediente de abu­so y dando traslado a los padres, o bien informando a la inspección de educación. «Además -dicen-, la condena por responsabilidad ci­vil debe servir para que los cole­gios inicien los protocolos o expe­dientes con mayor celeridad y más transparencia, con el fin de evitar episodios entre profesores y alum­nos que ensucian la enseñanza en nuestra comunidad».

 

EL DELITO

 

Abusos continuados. La Au­diencia Provincial de Zaragoza condena al acusado, que lleva en prisión provisional desde mayo de 2021, a 10 años de cárcel por un delito de abusos continuados con la agravante de abuso de superioridad y la atenuante de reparación del daño, pues adelantó 5.000 euros antes del juicio. Además de la pena de cárcel, el acusa­do ha sido condenado a cinco años de libertad vigilada y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros o co­municarse con la víctima du­rante cinco años después de cumplir la condena de prisión, y al pago de las costas. MARTA GARÚ

Fuente: Heraldo de Aragón

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