El agente acuso a los responsables de una empresa de tragaperras de haber simulado su firma en un contrato
ZARAGOZA. Un agente de la Guardia Civil fue juzgado ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza como presunto autor de un delito de denuncia falsa por el que el fiscal solicita que sea condenado a una multa de 6.000 euros. La acusación particular, ejercida por el letrado Alberto Cervera, además de atribuirle el mismo delito, lo considera autor también de una estafa procesal por abusar y utilizar la justicia para sus intereses y pide una pena de tres años de prisión.
Los hechos ocurrieron en 2011, cuando el acusado, Manuel P. C., que tenía un bar, firmó un contrato con una empresa de máquinas de juego mediante el cual no solo colocaban en su local las tragaperras sino que le hacían un préstamo de 2.000 euros. Cuando los operarios fueron a ponerlas, se encontraron que el bar estaba cerrado porque había sido desahuciado. Esto motivó que la empresa presentase una demanda civil reclamándole la cantidad prestada y los perjuicios económicos causados, puesto que habían tenido que pagar 3.500 euros de tasas.
La reacción de Manuel P. C. fue denunciar a la empresa por la supuesta falsificación de su firma en el contrato. Esto supuso la paralización de la vía civil y se tradujo en la imputación penal de los responsables y un comercial de la empresa por falsedad. La instrucción judicial reveló después, a través de dos peritos, que la firma del contrato era realmente del agente y entonces la investigación por denuncia falsa se dirigió contra él.
El acusado mantuvo ayer que él no firmó el contrato en la fecha que reflejaba, aunque su abogado, Felipe Mateo, pidió una multa de 2.160 euros. En la vía civil fue condenado a pagar 30.000 euros, que no ha abonado.
Fuente: Heraldo de Aragón